Este frutal tiene su historia.
No te sientas vencido...ni aún vencido! (Almafuerte) y es tal cual.
Después de muchos años, más de 15...fue perdiendo su fuerza y sus frutos se transformaron en mandarinas ácidas, incomibles...pero luego de podarlo, seguir fertilizando, paciencia y mucho amor, éste año nos dio una sorpresa: sus mandarinas ácidas se transformaron en dulces, sabrosas, jugosas y eso que era de un injerto pero las ganas de vivir pudieron más!! y hasta hice mermelada: una exquisitez!
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